Desde Chiapas el presidente López Obrador reconoció el desabasto de medicinas, además de la falta de personal calificado y equipo óptimo; aseguró que ya trabajan para resolver la situación
Expreso que se contempla la creación de una empresa estatal que distribuya medicinas y materiales de curación. Foto: Cuartoscuro
CHIAPAS
El Hospital Rural del Instituto Mexicano del Seguro Social en Bochil, Chiapas, es el número 18 que visita el presidente Andrés Manuel López Obrador y en donde reconoció que las carencias son demasiadas.
Por primera vez en su gira, la población reunida afuera del lugar denunció a gritos la falta de medicamentos, de materiales de curación, de equipos, de personal calificado.
Al respecto, López Obrador respondió desde el inicio de su discurso a los reclamos de los habitantes de Bochil.
“No se crean que soy tonto, me doy cuenta de todo, soy colmilludo” (…) “No hace falta que me lo digan, por eso estoy aquí”, puntualizó.
El presidente explicó que ya está en proceso de mejorar la adquisición y de reparto de medicinas en el sector de la salud pública, así como la logística de los hospitales, desde la consulta hasta el traslado de enfermos graves.
“El sistema de salud, aunque les parezca inaudito, el mejor es el de IMSS Bienestar, ya se imaginarán cómo están los otros”, lamentó el presidente.
Dijo que se contempla la creación de una empresa estatal que distribuya medicinas y materiales de curación en hospitales y centros de salud rurales.
Por su parte, Zoé Robledo, director del IMSS, reconoció que las protestas tienen razón, pues el estado de los hospitales no es el óptimo.
“No nos estamos autoengañando, por eso estamos visitando los hospitales”, afirmó ante las protestas de los habitantes de Bochil.
En su camino hacia Bochil, el presidente se detuvo a saludar a pobladores de las comunidades de Ixtapa y San Vicente, quienes le denunciaron las condiciones de marginación y pobreza en que viven.
Excélsior
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